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Practical Magic. Acto 2.

  • Foto del escritor: Numby.
    Numby.
  • 14 jul 2019
  • 9 Min. de lectura

Actualizado: 4 ene 2020

Felix siempre había estado en contra de su destino.

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Parejas: Chan/Woojin - Felix/Changbin - Minho/Jisung - Hyunjin/?


Categoría: AU / Universo Alterno / Magia

Género: Suspenso / Romance

Sinopsis: Practical Magic (1998) AU. Los hombres de la familia Bang, además de tener habilidades mágicas, son perseguidos por una maldición: Cualquiera que se atreva a enamorarse de un hombre Bang será alcanzado por una muerte prematura. Después de la muerte de su madre y de su padre, Bang Chan decide usar sus habilidades para hacer un hechizo de amor cuando es niño, enlistando características imposibles en el amor de su vida para no encontrarlo nunca. El problema es que años más tarde conocerá a Woojin, quién cumplirá con cada una de las características enlistadas en su hechizo de la infancia. Además de eso deberá lidiar con su hermano Felix, quién en un intento desespero utiliza magia prohibida para traer de vuelta a la vida a su difunto novio.


Nota del Autor: Perdónenme si mis demonios suenan super ñoños y educados, lol. Éste capítulo fue inspirado por la música de Tina Guo.




PRELUDIO

Lo primero que sintió fueron punzadas de dolor en la cabeza, abrió lentamente los ojos y poco a poco pudo reconocer lo que estaba a su alrededor, a juzgar por lo que parecía la parte de abajo de la mesa y sillas, se encontraba en el piso de la cocina. Escuchó una voz frenética a la distancia, había alguien más con él. Intentó sentarse pero su cuerpo adolorido lo detuvo.


-¡Hyung! … No, tú no… ¡Hyung, qué te pasó!... Sí, acaba de despertar… espera-

Sintió una mano en la frente - ¿Estás bien? ¿Cómo te sientes?-


Chan intentó hablar, pero no le salió la voz en el primer intento, tragó saliva y lo intentó de nuevo. – ¿Jeongin?-


-Creo que está vivo, está hablando… Espera, te ayudo-


Las manos de Jeongin pasaron a su espalda, y con el esfuerzo de ambos, Chan logró sentarse.


-Creo que está bien, no veo sangre en ningún lado… Sí…sí, pero apúrate-


Su visión comenzó a esclarecerse y la figura frente a él le resultaba más familiar. Jeongin se encontraba sentado en el piso frente a él, con el teléfono en la mano.


-Escuché un golpe muy fuerte hasta mi cuarto, cuando bajé te encontré tirado en la cocina, creo que te desmayaste ¿Qué fue lo que pasó? No, espera, mejor no hables, te traeré agua.-


Chan intentó tomarlo del brazo, pero Jeongin ya se había levantado.


-El teléfono-


-¿El teléfono? – Jeongin volteó desde donde estaba parado frente al lava platos - ¡Oh!, estaba hablando con mi hermano, no te preocupes, ya viene en camino.-


Justo en ese momento ambos escucharon la puerta de enfrente abrirse, seguido de pasos apresurados hacia su dirección.


Por la puerta de la cocina entró un agitado y sudoroso Minho.


-Ew hyung-


Minho rodó los ojos- Perdón por no ducharme y no dejarlos morir, vine lo más rápido que pude cuando me llamaste. Por Dios Chan, cuántas veces te he dicho que tienes que dormir más, ¡ve el estado en el que estás!


Minho se movía rápidamente por la cocina, buscando entre los gabinetes hasta que encontró un trapo, abrió la llave del lavaplatos y lo remojó, después tomó el vaso de agua que sostenía Jeongin, caminó hacia Chan y se sentó frente él, dándole el vaso.


Chan lo tomó y dio un trago, cerró los ojos al sentir el fresco del agua. Sintió también unos gloriosos dedos acomodando su cabello hacia atrás.


-No te queda hacerte el enojado - La risa de Jeongin se escuchaba en su voz.


Chan no pudo concentrarse en la respuesta del otro al sentir algo mojado y frio en su frente, calmando por completo el dolor y sus pensamientos, hasta que uno en particular se hizo presente, haciéndole recordar la razón por la que había tenido el percance en la cocina en primer lugar. Abrió inmediatamente los ojos, y tomó con fuerza la muñeca de Minho.


-Minho, necesito el teléfono-


-¿Por qué el teléfono… qué pasa? -


Chan estaba bastante seguro de que sus manos estaban temblando, a juzgar por el tono de voz de Minho.


-Es Felix.

I LOST MY LOVE IN THE WIND

La calma lo envolvió y se apoderó de sus sentidos.


Felix ya no sentía las lágrimas brotando de sus ojos, había tomado una decisión. Sabía lo que tenía que hacer, sabía que tenía que hacerlo algún día, y ese día había llegado. No pensó que sucedería tan pronto pero debió imaginarlo. Amaba tanto a Changbin, y por eso la maldición se lo había quitado.


Acarició de nuevo el rostro ensangrentado de su novio antes de recostarlo en el asiento y finalmente se puso de pie.


El chasquido de sus botas y los golpes de la lluvia contra el pavimento resonaban en sus oídos como un eco. Un eco que incrementaba su ritmo y se volvía más fuerte con cada paso.


Se acercó al segundo cuerpo y titubeantemente colocó dos dedos en su cuello, le tomó el pulso. Seguía vivo.


Bien.


Antes de comenzar dio un suspiro, todavía podía dar marcha atrás, estaba a tiempo de aceptar su destino y seguir viviendo la vida que se le había asignado, excepto que... Felix siempre había estado en contra de su destino y eso no iba a cambiar ahora.


Tomó un pedazo de cristal roto de la ventana del carro y se cortó ambas palmas de las manos, para después unirlas en forma de rezo.


Cerró los ojos y una vez calmada su respiración... 3, 2, 1...

p̴̣̳͈̉̔̾͠͝a̴͙̗̥̐r̸͈̦͛̂̊̓̚a̷͚͙̟̟͌ ̸̤͍̲̎ǐ̶̡̛̝͕͈̥̐̚n̵̹̙̉̓v̶͓͊̀͆̇͝ͅo̴̖̮͊͠c̴̮͆a̶͎̾͑͗̚ṛ̴̢̧̜̳͂̾̕ ̴̯͙̽̂ą̵̠̜͕̿̎̒̒͝ ̷̦̈́̕ą̸̱̖̗̭̀͛́q̶̩̜̥̓̔̿u̵̻̓͒̌̾̋é̵̡̹̽͆͗̉̚l̸̨̬͉̘̭̎̔̈́ ̴͎̌̄q̵͔̂̇ǘ̷̪̫͇̆͘e̷͚̮͖̱̋̈̇̎̚ͅ ̴͈̼̠̤̹̉̏̒͝e̴͉̖̜̞̿̑͗͂͝š̷̟̦͕̐̿͠p̸͙̯͂ͅę̷̛͑̒ŕ̷̦͔̞͌͘ả̷̪̯̖̮͂̈́̒ ̶̠̹̪͛̈́̿̽̕d̷͍̱͖̔͝e̷̢̬̋̚ț̵̹̦̌r̵̳̤̬͓̔͗á̵͇͚͖̥̘͌s̸̖̗͖̙̽ ̵̨̗͉̣̌d̴̬͔̋̿̓͛e̶͚̼̦̰̾͠ ̴̩͇̟̮̫͗l̶̺̏͑̌̌͌a̶̰̞͔̮͛͗͑͝͝ ̸͉͗̇͒̉͊p̸͎͇̫̀͜a̵͔͚̐̿͋́̋ŕ̵̯͍͓̮̆͗e̵̛͓̲̩̍͒ḓ̷̫͕͑



Ya estaba hecho, había tocado la puerta.


Tomó el cuerpo del profesor Whelk de los brazos y lo arrastró hacia el acantilado. Comenzó a bajar cuidadosamente las rocas hasta que encontró el lugar adecuado.


Intentó trabajar rápidamente, no sabía cuanto tiempo tenía. Bajó el cuerpo que llevaba cargado y revisó de nuevo su pulso, cuando se cercioró de que seguía con vida le acomodó los pies y las manos en forma de estrella, la cabeza en dirección al sur.


Tomó un vara y se dispuso a trazar un círculo imaginario alrededor del hombre moribundo, mientras recitaba el rezo de la tierra; después siguió con el aire y el agua. Finalmente se llevó la vara a los labios y dio un soplido, ésta prendió fuego en un segundo. Colocó la vara en llamas en el pecho de Whelk y finalmente agregó su último ingrediente. Se sacó de la bolsa del pantalón su pequeño saco de minerales, del cual sustrajo cuidadosamente un cabello. Felix alimentó el fuego con el cabello, esperaba que eso mantuviera el espíritu del profesor dentro del círculo una vez que muriera.


Después de preparar el cuerpo de Whelk, regresó al coche de Changbin para iniciar el viaje de vuelta. Sus manos temblorosas tomaron el volante.


Su vista estaba fija en la carretera, deseaba voltear hacia el asiento trasero, pero no podía hacerlo, no todavía, no confiaba en si mismo para mantener la voluntad y no derrumbarse antes de llegar.


Debió tomar el camino de su hermano, pero gracias a su egoismo ahora la persona que más amaba había muerto.


Pero no por mucho tiempo.



Ya en el departamento quitó la duela suelta del piso de su cuarto y sacó la cajita que había sido su tesoro desde los 12 años, la abrazó contra el pecho, quería llorar pero aun no era el momento.


Se levantó y se dirigió a la sala, en donde había colocado a su novio. Acarició su cabello y su rostro antes de moverlo al piso, tal vez esa sería la última vez que podría hacerlo.


La cabeza debía apuntar al norte, y sus piernas y brazos debían formar una cruz. Se sacó un pequeño frasco de la bolsa de la chaqueta, en donde había recolectado la sangre de Whelk y pedazos de su piel. Hundió su dedo en el frasco y con la sangre dibujó un círculo alrededor de Changbin.


Cuando terminó sacó los contenidos de su caja, el resto de los ingredientes. No se sentía orgulloso de la mayoría de éstos, simplemente se dedicó a colocar cada pieza en su lugar.


Por último se posicionó encima de su novio, en paralelo formando una cruz. Recargó su frente en la frente del otro, todo estaba listo.


Comenzó a llorar, y llorar y llorar.


Esperaba con todas sus fuerzas a que alguien respondiera a su llamado.


Pudo sentirlo. Cuando abrió los ojos de nuevo ya no estaba en la sala de su casa. No podía ver a nadie más, pero la inmensa tristeza y el miedo que estaba experimentando en ese momento, le indicaban que no estaba solo, alguien estaba intentando imprimir emociones en él.


- 𝔅𝔦𝔢𝔫, 𝔱𝔢 𝔥𝔞𝔰 𝔡𝔞𝔡𝔬 𝔠𝔲𝔢𝔫𝔱𝔞.


Una voz que provenía de la nada. Su lengua era la que Felix había estudiado todos esos años, desde que encontró el libro por casualidad en la biblioteca de sus tías. Realmente había logrado entrar.


-𝔑𝔞𝔡𝔞 𝔢𝔰 𝔭𝔬𝔯 𝔠𝔞𝔰𝔲𝔞𝔩𝔦𝔡𝔞𝔡, é𝔰𝔱𝔢 𝔢𝔰 𝔱𝔲 𝔡𝔢𝔰𝔱𝔦𝔫𝔬.


No, su destino era perder al amor de su vida, y Felix no perdería a Changbin.


-𝔑𝔬 𝔡𝔢 𝔩𝔞 𝔣𝔬𝔯𝔪𝔞 𝔮𝔲𝔢 𝔱ú 𝔠𝔯𝔢𝔢𝔰.


Felix sintió la burla en su voz, ¿Podían los seres infernales tener ese tipo de emociones?


-𝔑𝔬, 𝔢𝔰𝔞 𝔢𝔰 𝔱𝔲 𝔦𝔫𝔱𝔢𝔯𝔭𝔯𝔢𝔱𝔞𝔠𝔦ó𝔫, 𝔢𝔫 𝔢𝔰𝔞 𝔠𝔞𝔟𝔢𝔷𝔞 𝔥𝔲𝔪𝔞𝔫𝔞 𝔱𝔲𝔶𝔞.


No iba a conversar con un infernal, solo estaba aquí por una cosa. Devolverle la vida a su amado.


-¿𝔙𝔦𝔢𝔫𝔢𝔰 𝔞 𝔦𝔫𝔱𝔢𝔯𝔠𝔞𝔪𝔟𝔦𝔞𝔯 𝔱𝔲 𝔳𝔦𝔡𝔞 𝔞 𝔠𝔞𝔪𝔟𝔦𝔬 𝔡𝔢 𝔩𝔞 𝔡𝔢 𝔱𝔲 𝔞𝔪𝔞𝔫𝔱𝔢?


No, no la suya. Abrió la palma de su mano, el anillo que había recolectado del cuerpo seguía ahí, una pertenencia significativa de la víctima, Felix no recordaba un día en que Whelk no trajera ese anillo puesto, así debía ser importante para él. Lo dejó caer en el piso.


-𝔙𝔞𝔶𝔞, 𝔞𝔰í 𝔮𝔲𝔢 𝔢𝔰 𝔭𝔬𝔯 𝔢𝔰𝔬 𝔮𝔲𝔢 𝔥𝔞𝔰 𝔟𝔞𝔧𝔞𝔡𝔬 𝔡𝔢 𝔫𝔦𝔳𝔢𝔩. ¿𝔖𝔞𝔟í𝔞𝔰 𝔮𝔲𝔢 𝔢𝔰𝔢 𝔞𝔫𝔦𝔩𝔩𝔬 𝔢𝔰𝔱á 𝔩𝔦𝔤𝔞𝔡𝔬 𝔞 𝔲𝔫 𝔡𝔢𝔪𝔬𝔫𝔦𝔬?


¡Un demonio! ¿Whelk era un demonio?


-𝔑𝔬 𝔰𝔢𝔞𝔰 𝔱𝔬𝔫𝔱𝔬, 𝔱ú 𝔡𝔢𝔟𝔢𝔯í𝔞𝔰 𝔰𝔞𝔟𝔢𝔯 𝔮𝔲𝔢 𝔩𝔬𝔰 𝔡𝔢𝔪𝔬𝔫𝔦𝔬𝔰 𝔫𝔬 𝔱𝔦𝔢𝔫𝔢𝔫 𝔠𝔲𝔢𝔯𝔭𝔬𝔰 𝔥𝔲𝔪𝔞𝔫𝔬𝔰, 𝔭𝔢𝔯𝔬 𝔰í 𝔭𝔲𝔢𝔡𝔢𝔫 𝔥𝔞𝔠𝔢𝔯 𝔱𝔯𝔞𝔱𝔬𝔰 𝔠𝔬𝔫 𝔢𝔩𝔩𝔬𝔰.


No…


-𝔖𝔞𝔟𝔢𝔰 𝔠𝔬𝔪𝔬 𝔰𝔢 𝔩𝔦𝔟𝔢𝔯𝔞 a 𝔲𝔫 𝔡𝔢𝔪𝔬𝔫𝔦𝔬, ¿𝔳𝔢𝔯𝔡𝔞𝔡?


Changbin estaba en peligro. Tenía que regresar lo antes posible después de terminar el trato. Whelk debió morir en el instante en que se abrió la puerta. Había sangre y piel suya en la sala de su casa, eso sería suficiente para ser rastreados.


-𝔓𝔯𝔦𝔪𝔢𝔯𝔬 𝔱𝔦𝔢𝔫𝔢𝔰 𝔮𝔲𝔢 𝔥𝔞𝔠𝔢𝔯 𝔢𝔩 𝔱𝔯𝔞𝔱𝔬 𝔭𝔞𝔯𝔞 𝔱𝔢𝔯𝔪𝔦𝔫𝔞𝔯𝔩𝔬, ¿𝔮𝔲é 𝔢𝔰 𝔩𝔬 𝔮𝔲𝔢 𝔬𝔣𝔯𝔢𝔠𝔢𝔰?


Ofrezco lo más importante que tengo. Ofrezco mi amor por Changbin.


-𝔑𝔬, 𝔢𝔰𝔬 𝔫𝔬 𝔢𝔰 𝔩𝔬 𝔪á𝔰 𝔦𝔪𝔭𝔬𝔯𝔱𝔞𝔫𝔱𝔢.


¿Qué no era lo más importante? ¿Qué su amor por Changbin no era lo más importante para él? ¿Qué no era casi igual de duro verlo morir que dejarlo ir, porque así Felix no solo estaba perdiendo al amor de su vida si no que también estaba ofreciendo su existencia. No podía imaginar algo más doloroso que una vida sin amar a Changbin.


-𝔐𝔢 𝔥𝔞𝔰 𝔡𝔞𝔡𝔬 𝔩o que quiero.


Seguía llorando cuando despertó, la sensación de tristeza y miedo se habían quedado con él. Sintió nuevamente el cuerpo debajo de él, e inmediatamente posicionó su oído en el pecho del otro. Escuchó los latidos, después volteó a ver su rostro y notó que el color le había vuelto. Suspiró. Su amor por Changbin seguía más fuerte que nunca.


Una presencia desvió su atención, no estaban solos.


-¡Felix!


Para su sorpresa lo que encontró no era un demonio. Era algo peor... su hermano.


-¿Chan?


-¡¿Qué fue lo que hiciste Felix?!


Felix observó su alrededor, había sellos en las ventanas y puertas. Su hermano se acercó y lo abrazó fuertemente. En su confusión solo pudo esbozar un -Lo siento-


-No importa, primero tenemos que irnos de aquí, no sé cuánto tiempo tengamos antes de que regrese, Minho nos está esperando en el carro- Después su hermano observó a Changbin, que seguía inconsciente en el piso.


-Espero que estés consiente de lo que acabas de hacer.


-Lo estoy.


Chan dio un largo y cansado suspiro. Felix se sentía culpable de estar siempre metiendo a su hermano en problemas, creyó que eso había terminado cuando se mudó del pueblo, pero esa parte siempre egoísta suya, hacía que se sintiera inmensamente afortunado de tenerlo en su vida.


Ambos se pusieron de pie, Felix estaba por tomar a Changbin, pero Chan se le adelantó y sin más, levantó a su novio fácilmente, llevándolo en brazos hacia la puerta.


-¿Tienes las llaves?


Felix buscó en su bolsillo, las llaves seguían ahí, después volteó hacia la puerta, estaba intacta.


-Sí, ¿por dónde entraste?


-Por la ventana.


Felix frunció el ceño mientras abría la puerta, ambos salieron inmediatamente.


-Mi departamento está en el tercer piso.


Su hermano, quién caminaba rápidamente delante de él , solamente volteó hacia atrás y le guiñó el ojo. Felix sonrió por primera vez esa noche.


Parece que Minho había heredado el auto de su abuelo, un flamante Impala color negro los esperaba. Su hermano colocó a Changbin en el asiento trasero, después subió Felix también, y finalmente Chan en el asiento del copiloto.


-No abras las ventas, no podemos arriesgarnos.


Felix notó que había sellos en las ventanas del auto ¿Qué había pasado exactamente mientras estuvo inconsciente? Minho arrancó el carro y partieron a toda velocidad.


-¡¿Quieres explicarnos de una maldita vez por qué había UN DEMONIO en tu departamento?!


-¡Minho!


-¡Chan!


-¿Quiénes son ustedes?


Todos voltearon a ver al cuarto pasajero, quién había estado inconsciente hacía un momento.


Felix sintió que se le escapó el aire cuando la mirada de Changbin se puso en él, y deseó no volver a respirar nunca cuando no pudo ver ningún rastro de reconocimiento en sus ojos.


C O N T I N U A R Á

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