Verbatim, Cap 1.
- Numby.
- 5 dic 2019
- 10 Min. de lectura
Actualizado: 10 mar 2021
Cuando Lee Minho salva a Jisung de un desafortunado encuentro con una pandilla rival, los dos se enredan irremediablemente a medida que aumentan las tensiones entre las dos pandillas.


Autor: Vminsungies
Twitter: simbawritesv
Categoría: Seriado
Género: Pandillas AU
Original: Verbatim
Sinopsis: Jisung exhaló un suspiro de alivio, recostándose contra la pared. El agotamiento de la pelea comenzaba a alcanzarlo, junto con el dolor. Miró a Minho. "Lo tenía cubierto", dijo casualmente, mirando hacia otro lado cuando Minho le lanzó con una mirada crítica.
"¿Es por eso que estás sangrando?"
Nota del Autor :
"Título inspirado en Verbatim de Blackbear. He estado escribiendo esto por un tiempo, tengo alrededor de 25k de palabras en este momento, así que tendré un horario de actualización bastante regular. Además, una advertencia, esto no ha sido editado, excepto la leía que le di para revisar errores ¡Espero que lo disfruten!" - IceMage4739
*Esta es una historia traducida del inglés al español con autorización del autor. Todos los derechos de la pieza pertenecen a su autor.
C A P I T U L O 1
Jisung había estado en peleas antes.
No eran su pasatiempo favorito honestamente, y siempre había tratado de no acostumbrarse a lanzar puñetazos, pero que no se diga que no podía. En todos sus dieciocho años de vida, probablemente podría contar la cantidad de peleas que había tenido con una de sus manos, y esas eran solo las que realmente consideraba peleas de verdad. Golpear a Park Jinbum en octavo grado no contaba porque, aunque él dio el primer golpe, esa victoria duró poco ya después había sido destruido rápidamente. No era su momento más honorable, pero era una de esas cosas en la vida que debes aceptar para después seguir adelante (y nunca se lo digas a tus amigos o te molestarán por el resto de tu vida mortal, y luego un poco más).
Jisung había estado en peleas antes, y en la mayoría, había ganado, así que, cuando se dio cuenta de que un chico bastante grande y feo lo estaba siguiendo, no estaba completamente preocupado. El antes mencionado probablemente tendría uno o dos años más que él, y al menos cuatro pulgadas de altura, y tal vez unas cincuenta libras. Tenía el pelo corto y teñido de blanco, se le podían ver las raíces negras. Sus aretes colgaban y brillaban al sol de la tarde, y, al disparar otra mirada sobre su hombro, Jisung notó que el arete plateado que adornaba su oreja derecha parecía un diente de tiburón.
Jisung estaba tranquilo, lo suficientemente confiado como para incluso frenar el ritmo de sus pasos y meterse las manos en los bolsillos. Conocía bien el arete, o al menos el emblema del tiburón, al igual que cualquiera que fuera un Stray. Durante mucho tiempo, los Strays y los Sharks habían estado bajo tensión, peleando por cualquier cosa, desde una botella de Coca-Cola (literal) hasta las calles en las que se les permitía estar. Detrás de él, podía escuchar a este tiburón en particular sisear por lo bajo cuando Jisung alentó su paso, serpenteando por la calle, y el Tiburón se vio obligado a contenerse un poco para mantener la sutileza (que, en verdad, era completamente innecesario, Jisung había estado al tanto del tipo que lo seguía desde hacía unas dos cuadras, simplemente porque su respiración era muy ruidosa).
Sin embargo, lo que sí comenzó a preocupar a Jisung, fue cuando otro chico se unió a éste, quien al parecer salió desde las sombras de un edificio. Era de complexión más delgada, más bajo y, por lo que Jisung pudo captar por la leve mirada del rabillo del ojo, tenía muchos anillos decorando su mano derecha. Jisung hizo una mueca al notarlo.
Mientras caminaba tratando, por su orgullo, de mantener su ritmo más lento, un movimiento llamó su atención. Una chica, de cabello corto recogido en un gorro, se apartó de la pared del edificio de ladrillos por el que pasaba y se unió a la compañía detrás de él. La sutileza, al parecer, había sido arrojada por la ventana, siendo reemplazada por la eficiencia.
Sintió que le sudaban las manos. A uno, podría manejarlo. ¿A dos?, era más complicado, pero estaba bastante seguro de que al menos podría salir con vida. ¿Pero tres? Esta sería una larga tarde.
Cuando percibió a un cuarto integrante, Jisung rezaba porque fuera el último. Su corazón comenzó a latir con fuerza.
Sabía que esa calle solía ser una zona peligrosa, ahora era más o menos una zona libre para todos, que no pertenecía ni a Strays ni a Sharks. Pero también sabía que no era la mejor idea para él, especialmente, estar vagando por estas calles solo, ya que era bastante conocido por ser un "hombre de confianza" para el líder de los Strays. Desafortunadamente, todos conocían a Han Jisung.
Jisung permitió que sus pies ganaran un poco más de velocidad. Si corría velozmente y lograba llegar a un par de calles más allá, estaba seguro de encontrar al menos a otro Stray para respaldarlo, pero aquí, cada hombre tenía que valerse por sí mismo. En el fondo de su mente, se dio cuenta de que debería haber aceptado la oferta de Changbin de acompañarlo, pero la rechazó, riéndose, era solo un viaje rápido a la tienda al otro lado de la ciudad por el cargador que necesitaban para la mierda de laptop geriátrica de Seungmin.
Mientras ajustaba nerviosamente las correas de su mochila, Jisung trataba de decidir si iba a tomarlos por sorpresa y enfrentarlos, o dejar caer la carga sobre su espalda y correr por su vida.
Aún analizaba los posibles resultados de la última opción cuando la chica que había visto antes apareció a su derecha, dándole una sonrisa dulce y a la vez enfermiza. "Hay un callejón aquí arriba, a la derecha", dijo entre dientes, la voz cerca de su oído. Luchó por mantener una expresión neutral, para no encogerse. "Te sugiero ir por ahí".
Vacilante, Jisung siguió sus órdenes, pasando la calle hacia el callejón. Antes de dar la vuelta, sus ojos buscaron los alrededores por cualquiera que estuviera cerca, observando. Vio a muy pocas personas, todas las cuales decididamente evitaron su mirada. Maldijo en voz baja, dirigiéndose a las sombras. Trató de detenerse en la boca del callejón para permanecer visible a la calle, pero el grupo lo empujó hacia adentro.
Cuando todos se detuvieron, Jisung se tomó el tiempo de mirarlos directamente a los ojos, tratando de no mostrar su miedo. "¿Qué quieren?", Exigió, sin perder el tiempo.
El primer chico, el que tenía el arete, fue quien respondió. "No puedes hacer preguntas", dijo tajantemente, dando un paso adelante.
La chica rodó los ojos. "Sus preguntas no importan", dijo con el ceño fruncido. Fijó sus ojos en Jisung, su expresión condescendiente. "Nos robaste algo".
Los ojos de Jisung se abrieron imposiblemente. Conocía la mayoría de las travesuras y el funcionamiento interno de los Strays, pero no recordaba haber robado nada de la otra pandilla (al menos no recientemente). "¿Yo?"
La chica contuvo una carcajada, pero sonaba seca y sin humor. “Tú, tu pandilla, tu líder de mierda, quien demonios haya sido. Solo queremos que lo devuelvan".
"No sé de qué estás hablando", respondió Jisung, con tono altivo. "Ahora, si me disculpas". Dio un paso adelante, pero uno de los otros chicos inmediatamente le bloqueó el camino.
Jisung resopló. "Mira, si no me dices qué crees que tenemos, ni siquiera puedo comenzar a negarme a devolverlo, y después decirle a todos que se vayan al infierno. ¿Terminamos?"
El primer golpe lo sintió en la mandíbula, y se maldijo por no haberlo visto venir. Tal vez se lo merecía. Aun así maldijo y luego escupió en el suelo. Su labio sangraba por donde lo atrapó su diente, y su cabeza giró un poco por el impacto. "Entonces", dijo, volviendo a mirar las caras serias. "¿Eso es lo que vamos a hacer?"
Jisung había estado en peleas antes, pero luchar contra cuatro personas solo era imposible. Cada vez que parecía asestar un golpe, lo contrarrestaban al menos dos puñetazos. Sin haber pasado un minuto, ya le dolían casi todos los huesos y le sangraban los nudillos. Esta sería una pelea rápida, y no podía imaginar en dónde terminaría él cuando acabara.
Uno de los tipos se apoderó de sus brazos, Jisung luchó contra él, logrando echar la cabeza hacia atrás y golpearlo en la nariz. Escuchó un crujido y un grito de dolor, y el agarre se aflojó. Pero antes de que pudiera alejarse, alguien más lo tomó. Intentó la misma estrategia, pero la otra persona ya estaba lista, esquivando su golpe y tirando de su brazo hasta quedar en una posición más dolorosa. Jisung gritó y se quedó quieto, mirando a las dos personas que todavía estaban frente a él.
"Cobardes", escupió. "Cuatro contra uno no es pelea justa".
La chica respondió, con esa misma dulce sonrisa en su rostro. "Podríamos haberte derrotado fácilmente con solo uno de nosotros".
Jisung levantó una ceja. "Entonces, ¿por qué no lo hicieron?"
La sonrisa se borró de su rostro y lanzó un puñetazo a su estómago. "Cállate", exigió. "Dinos en dónde está él y te dejaremos vivir".
Jisung frunció las cejas, luchando contra la nueva punzada de dolor en su abdomen. "¿Él? Qué demo- ¡No tengo idea de lo que estás hablando!"
La chica lo abofeteó. "Deja de hacerte el tonto".
Hubo un momento de silencio, y Jisung sintió que la furia se apoderaba por completo de él. Observó a la chica con la mirada más fría que pudo, incluso cuando le dolían los brazos. Antes de que pudiera hablar, sin embargo, otra voz sonó desde la apertura del callejón, oscura y profunda.
"Saben, cuatro contra uno es una pelea de cobardes. Aun que honestamente, debería esperar algo así de los Sharks.”
Jisung levantó más la cabeza, esforzándose por ver quién había hablado. La persona que vio parecía no pertenecer a las calles, con ropa negra rasgada y una mirada oscura. También se veía ... atractivo. A pesar de que sus ojos eran fríos y enojados, todavía eran de un color marrón cálido y, si Jisung estuviera en cualquier otra situación, podía imaginarlos fácilmente sonriendo. Ahora, sin embargo, las cejas del otro chico se fruncieron cuando vio a Jisung.
Jisung lo miró a los ojos con tanta dignidad como pudo, siendo que estaba restringido físicamente. El chico misterioso simplemente levantó una ceja hacia él, antes de volver su mirada fría hacia la chica, por cuyos ojos pasó un rastro de miedo por primera vez desde que habían atacado a Jisung. Se permitió tener un poco de esperanza.
"Minho", dijo la chica, obviamente tratando de mantener su voz lo más estable posible.
"¿Qué estás haciendo aquí?"
Minho levantó una ceja. ¿Qué haces tú aquí, Na? Chaeyong no te quiere en esta área", respondió con frialdad, sus ojos cambiaron a Jisung por una fracción de segundo antes de volver a mirar a la chica, Na.
Na resopló, a Jisung le recordó su expresión a la de un niño siendo regañado. "¿Y qué sabes sobre lo que Chaeyong quiere?"
Minho solo sacudió la cabeza. "No estoy aquí para discutir contigo, Na".
"Entonces vete."
Minho movió la cabeza hacia Jisung. “No hasta que lo dejes ir. ¿En serio, Na? ¿Cuatro a uno? ¿Dónde está tu sentido del honor?"
“Probablemente con el tuyo,” dijo ella, sus ojos feroces. “Puede que no sepas esto, pero tienen a alguien que queremos, lo robaron. Si solo me lo dan Yo ...”
"Escucha, Na, ¿verdad?" Minho y Na se volvieron hacia él como si acabaran de recordar su presencia. Jisung suspiró. "No sé de quién estás hablando, pero te aseguro que los Strays nunca nos asociaríamos con la escoria de los Sharks. ¿Puedo irme a casa ahora?”
Minho recobró la compostura, señalando a los dos lacayos que actualmente sujetaban a Jisung. "Tiene razón, no podemos discutir todo el día. ¿Por qué no le dices a los perros que se inclinen, y podemos luchar de dos a cuatro? Al menos conmigo aquí, será una pelea pareja.”
Jisung entrecerró los ojos hacia Minho, pero no dijo nada, estaba demasiado ocupado esperando que Na le hiciera caso al otro chico.
Na colocó sus manos sobre sus caderas. "No voy a pelear contigo Minho". Su voz vaciló, a pesar de su postura confiada, y Jisung se dio cuenta de que su negativa a ir mano a mano con Minho significaba que pensaba que iba a perder. Su corazón comenzó a acelerarse, atreviéndose a esperar que pudiera salir de esto relativamente ileso.
Minho sonrió de lado, aun que ésta sonrisa no llegó a sus ojos. Aun que pareciera relajado, Jisung podía adivinar que se estaba preparando para una pelea. Sus hombros estaban tensos, sus manos seguían apretadas en puños, y sus ojos eran oscuros, peligrosos. "Entonces vete", dijo Minho, riendo sombríamente mientras le lanzaba sus propias palabras.
Na mantuvo su postura durante otro segundo o dos, antes de darse la vuelta, maldiciendo por lo bajo.
"Déjenlo ir", dijo con severidad a los dos que sostenían los brazos de Jisung, quien instantáneamente sintió el alivio de ya no estar restringido. Se tambaleó hacia adelante torpemente, sacudiendo los brazos.
Na le dirigió a Jisung una mirada de odio puro. "Esto no ha terminado, Stray".
Con una última mirada fulminante a Minho, los cuatro se fueron, dispersándose en las calles como si nunca hubieran estado en el callejón.
Jisung exhaló un suspiro de alivio, recostándose contra la pared. El agotamiento de la pelea comenzaba a alcanzarlo, junto con el dolor. Miró a Minho. "Lo tenía cubierto", dijo casualmente, mirando hacia otro lado cuando Minho le lanzó con una mirada crítica.
"¿Es por eso que estás sangrando?", Preguntó.
Jisung le dirigió un puchero al otro chico, quien pareció sorprendido, desviando la mirada rápidamente. Jisung tomo eso como una pequeña victoria, soltó una breve carcajada, y luego se apartó de la pared para acercarse a Minho. "De verdad. Habría pensado en algo para escapar", insistió. Minho no parecía creerle, pero ignoró esto a favor de la curiosidad. "¿Cómo los conoces? ¿Eres un Shark?”
Minho tuvo la decencia de parecer ofendido por la pregunta, su rostro arrugado en una expresión amarga. "Claro que no", dijo.
Jisung estaba aún más confundido por esto. "¿Solías serlo?"
Minho se burló, luciendo asqueado. "Nunca. Viste la forma en la que actuaron, ¿crees que permitirían que alguien dejara esa pandilla? Quien sea que estén buscando, sinceramente espero que sea bueno para esconderse ".
Una sensación incómoda se instaló en la boca del estómago de Jisung, pero la hizo a un lado. "¿A qué pandilla perteneces entonces?"
Minho rodó los ojos, con expresión exagerada. "A ninguna."
"Entonces, ¿cómo te conocen tan bien?"
Minho sonrió de lado, y por primera vez, sus ojos se iluminaron. Su voz sonó arrogante cuando habló. "Soy bastante popular por aquí".
Jisung suspiró con nostalgia, mirando el ahora vasto espacio del callejón. "Lástima que no pudiéramos luchar contra ellos", dijo, haciendo pucheros de nuevo. "¡Apuesto a que podríamos haberles pateado el trasero juntos!"
Minho parpadeó. "Estás cojeando, literalmente", dijo.
Jisung no le tomó importancia. “Detalles menores. Entonces, ¿peleas?”
"Algo así."
"Apuesto a que te iría bien en una pandilla, resulta que conoz-"
"No", respondió Minho, antes de que Jisung pudiera terminar de hablar. La palabra era dura, mordaz, y Jisung casi se encogió. "No trabajo bien con otras personas", agregó, su voz se volvió más suave al ver la reacción del otro chico.
Jisung se sacudió, sonriéndole. "Bueno, si alguna vez cambias de opinión, soy Jisung. Han Jisung. Ven a hablar conmigo y estoy seguro de que podríamos resolver algo ". Reuniendo confianza, le guiñó un ojo a Minho, quien solo parpadeó a cambio, sin verse afectado.
"¿Y cómo se supone que voy a encontrarte de nuevo?", Preguntó Minho, obstinadamente evitando hacer contacto visual.
Jisung caminó hasta pasar de él, ocultando el dolor en su andar con facilidad. Cuando llegó a la entrada del callejón, miró por encima del hombro para encontrar a Minho mirándolo alejarse. "¿Ya estás pensando en mí?", Bromeó, sonriendo. "Te las arreglarás para encontrarme,” dijo, en respuesta a su pregunta. "Estoy seguro de ello. Adiós, Minho".
Apenas y escuchó al otro reír un poco, y murmurar: "Adiós Jisung".
C O N T I N U A R Á...
me encanto el primer capitulo necesito seguir leyendo esta historia 😍