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Here, Me * Stay What You Are.

  • Foto del escritor: Numby.
    Numby.
  • 19 feb 2019
  • 9 Min. de lectura
En donde Minho intenta averiguar qué quiso decir exactamente Jisung con “Me gustas”.

Segunda parte de la saga Stay What You Are.

Esta es una historia traducida del inglés al español con autorización del autor. Todos los derechos de la pieza pertenecen a su autor.

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Autor: bitsori

Categoría: Saga / Canon

Género: Estudio de personaje

Original: Here, Me


Nota del Autor:

Si la primera parte era estelarizada por un atolondrado Jisung, ésta está protagonizado por un Minho que piensa demasiado las cosas. Las líneas de tiempo son un desorden, espero que no sea muy confuso. Quise terminarlo antes de que se me desapareciera la idea. Ésta historia continúa justo después de Sin Saberlo Todo.








Me gustas, hyung.”


Las palabras no dejaban de recorrer la mente de Minho repetidamente. Jisung estaba sentado a su lado, con la cabeza recargada en su hombro mientras dormía durante el vuelo.


Me gustas.


Leyó correctamente sus labios, ¿cierto? Jisung no había tenido ninguna reacción de sorpresa cuando Minho se tornó hacia él para decir las palabras en voz alta. Incluso, la manera en que se había encendido su rostro estaba ahora grabada en la memoria de Minho permanentemente.


En respuesta, Minho había sido tan atrevido – Tan directo. También me gustas, Jisungie. Las palabras habían salido de su boca con facilidad, tranquilamente, como si hubiesen estado esperando en la punta de su lengua desde siempre, comprando su tiempo hasta poder escapar.



La cabeza de Minho se movía al ritmo de la música, sonando a todo volumen, invadiendo sus oídos por medio de sus audífonos; estaba ahora tarareando la melodía, al mismo tiempo que observaba a Woojin y Felix frente a él al otro extremo del cuarto, ambos estaban conversando en voz baja. Felix, asumió Minho, estaba probablemente contándole a Woojin sobre su día.


Se encontró a si mismo dando pequeños golpes con los dedos al costado de su pierna, esperando impacientemente hasta que el más chico terminara de hablar con Woojin. Para la buena suerte de Minho, solo habían pasado unos minutos cuando Hyunjin asomó su cabeza por la puerta llamando a Felix. Minho no prestó la suficiente atención para escuchar qué era precisamente lo que quería del chico australiano.


Una vez que se cerró de nuevo la puerta, se levantó de la cama para dirigirse hacia Woojin.


“Hyung.” No esperó una invitación antes de sentarse en la cama del otro, asegurando sus pies bajo su peso mientras se recargaba en la pared.


“Minho.” A Woojin no pareció importarle – Ya estaba acostumbrado a esto. Solamente lo miró, esperando a que compartiera lo que fuese que Minho quisiese decir.


“¿Alguna vez alguien te ha dicho que le gustas?”


Minho no podía leer la expresión de Woojin ante la pregunta – No estaba seguro de si el levantar de su ceja significaba que la pregunta lo había sorprendido, o si la pregunta era exactamente lo que estaba esperando. Podría ser cualquiera de las dos, Woojin no era tonto después de todo. Minho siempre se había preguntado que tanto era lo que sospechaba el otro, pero tampoco estaba muy seguro que tan cómodo se sentía Woojin con este tema.


“Las fans… me lo dicen todo el tiempo…?” Woojin sonaba dudoso, pero al menos parecía que estaba dispuesto a escuchar más. Esto era lo que a Minho le gustaba sobre su compañero de cuarto – que era bueno escuchando. Tal vez no siempre entendía a Minho y sus pensamientos, pero siempre estaba dispuesto a escucharlo. Muchas veces esto era más suficiente. “Aun que no estás hablando de las fans, ¿cierto?” Agregó Woojin gentilmente.


Minho no pudo evitar sonreír – Aun que no sabía porque lo había hecho, sintiéndose tan inseguro. Tal vez era porque el recuerdo de la expresión de Jisung aun estaba en su cabeza; era difícil pensar en eso y no sonreír.


“No, no me refería a eso. Ah, hyung.” Soltó una risa, Woojin lo observaba con extrañeza. “Lo siento”, intentó calmarse. “Es-“


“¿Jisung?” La pequeña contracción en el rostro de Woojin no pasó desapercibida para Minho, y por un segundo, casi sintió arrepentirse de haber mencionado el tema. Se preguntó si tal vez una plática con Chan habría sido una mejor idea, pero Woojin era su compañero de cuarto, y siempre había sido bueno escuchándolo.


Aun así, Minho estaba nervioso de la posibilidad de haber cruzado la línea finalmente, y súbitamente sus pensamientos habían aumentado de velocidad. Probablemente lucía bastante aturdido en ese momento, porque se encontró con Woojin tronando los dedos repentinamente frente a su rostro, provocando exitosamente su regreso a la realidad.


Asintió con la cabeza. “Jisung,” repitió, voz suave y casi inaudible.


El otro inhaló profundamente. Minho apreció que al menos estuviera intentando entender.



La primera vez que Minho había aceptado que sentía atracción por Jisung fue una noche después de uno de sus primeros encuentros con las fans, en la época de Mixtape. Los últimos días antes de eso habían sido duros para él porque no estaba seguro de cómo actuar frente a los fans. Tenía que recordarse constantemente de que aquello estaba sucediendo, que realmente iba a debutar con el resto, que a estas personas, a estos fans, realmente les agradaba Minho. Había terminado por recordar una y otra vez esos últimos días mientras se encerraba solo en su habitación, sin humor para hacer ni estar con nadie.


Y entonces Jisung había abierto la puerta escandalosamente, corriendo hacia él y saltando en su cama para envolverlo con sus brazos y piernas. “¡Hyung!” La voz de Jisung era ruidosa, muy ruidosa – Y Minho literalmente había dejado escapar un gruñido en respuesta. Estaba a punto de aventar al otro para alejarlo, cuando Jisung decidió apretarlo más fuerte, y por alguna razón eso había provocado que Minho comenzara a reír.


“¿Qué estas haciendo aquí?” Intentó vagamente quitarse al otro de encima, aun que no del todo.

“Te veías cabizbajo, hyung,” Había explicado Jisung; su apretón disminuyendo de intensidad mientras hablaba, pero Minho ya no estaba intentando escapar de todas formas. “Sabes, hyung, de verdad creo que eres asombroso.”


Minho se había permitido sonreír un poco ante esto. Las palabras de Jisung eran pocas, pero a la vez tan significativas, y no pudo evitar el sentirse aliviado por ellas. Es muy duro, había pensado – o tal vez lo había dicho, susurrando; muy bajo seguramente, pero Jisung lo había escuchado.


“Solías intimidarme,” Se encontró a si mismo admitiendo esto a Jisung; es gracioso porque realmente era así. Era horrible, porque la primera vez que se habían conocido, pareció como si la mirada de Jisung hubiese perforado un hoyo justo a través de él. Minho era del tipo de personas que ignoraban fácilmente ese tipo de cosas, pero – “Eres tan bueno en todo,” continuó diciendo, porque por un tiempo se sintió tan pequeño estando en la misma habitación que él ¿Habilidades en rap? Listo ¿Baile? Minho pensaba en ocasiones que el otro podría igualarlo si quisiera.


“No seas tonto hyung. Incluso yo solía sentirme intimidado – no, estaba celoso de tanta gente,” Jisung continuó diciendo, y aun que Minho permaneció callado, se permitió sentirse consolado por las historias de Jisung entrenando en la compañía. Si yo puedo mejorar, entonces tú también. Entendió que este era el mensaje que el otro quería hacerle llegar. Porque de alguna forma Jisung siempre sabía qué decirle para hacerlo sentir mejor.


“Eres lindo,” Había murmurado Minho en medio del gran monólogo de Jisung sobre como el talento y la perseverancia iban de la mano.


Mierda, había pensado, incluso cuando se había dejado envolver por la calidez y comprensión genuina de Jisung. Minho, sobre todo, había sido siempre bastante consiente de sí mismo, y en ese momento se hizo entender que si hubiese sido otro de los chicos, habrían sido expulsados inmediatamente de su cama e incluso de su cuarto. Esto es un problema.



Minho siempre había sido raro.


No es como si fuera intencional – Cuando era más chico, solía preguntar demasiadas cosas en la escuela. No habría sido un problema, después de todo se supone que de eso se trata la educación, a los niños se les incita a ser curiosos. Excepto – excepto que Minho rara vez preguntaba las mismas cosas que sus compañeros.


Y siguió siendo así durante su crecimiento. Le gusta lo que le gusta, hace lo que quiere hacer, y sabe lo que sabe.


Así que era raro, pero sabía que era raro y estaba perfectamente cómodo con esto. No pensaba mucho sobre tener a alguien que lo entendiera, no del todo. No era algo que necesitara, o que quisiera. Tenía amigos y familia, quienes lo amaba, y a quienes amaba también, mientras entendieran que nunca hacía las cosas con mala intención, y eso era suficiente.


Pero entonces Han Jisung había llegado a su vida, y fue ahí cuando Minho se dio cuenta de que algo le había estado faltando todo este tiempo.


“Nadie te quiere tanto como te quiero yo, hyung.” Le había dicho Jisung en una ocasión. Minho había quedado sorprendido momentáneamente, preguntándose en silencio qué era lo que se suponía que debía contestar ante eso.


“Creo que algunas fans podrían decir lo contrario” contestó, riendo como si su corazón no hubiese crecido el doble ante las palabras de Jisung.


“Bueno, pero ellas no te conocen como lo hago yo.” Jisung había dicho esto cantando las palabras, haciéndolo sonar como si fuese una broma, pero la mirada en sus ojos le había dicho a Minho que estaba siendo completamente honesto.


Quería decir algo ante eso, para seguir la conversación – pero en lugar de contestar, dejó que las palabras se asentaran en su pecho. Minho no sabía hasta el momento, lo bien que se sentía que alguien te entendiera. No tenía idea de qué era lo que había hecho bien – o que era lo que Jisung estaba haciendo bien – pero lo estaba haciendo, de alguna manera. Era un poco aterrador, porque ¿qué pasaría si consiguiese encontrar todas las piezas esparcidas de Minho y las pusiera en el lugar correcto? ¿Qué pasaría si – no, mas bien qué pasaría cuando se diese cuenta de que Minho estaba enamorando lenta e irrevocablemente de él?


Acercarse a Jisung era como jugar con fuego - ¿Cómo es que este chico lo conocía tan bien, pero al mismo tiempo se encontraba ignorante sobre todas las dificultades que le estaba causando? Ya era demasiado tarde de todas formas, no era como si pudiera removerse de la situación, así que Minho tomó la única opción disponible – Contuvo la respiración y siguió avanzando.


“No subestimes demasiado a Jisung.” Finalmente, fue todo lo que le dijo Woojin. Minho había abierto la boca para contestarle, pero la cerró de nuevo antes de decir nada. Woojin tenía razón, supuso, porque en más ocasiones que lo contrario, Woojin estaba en lo correcto.



“Jisung.”


Cuando Minho finalmente se decidió a confrontarlo, Jisung se encontraba buscando algo en el closet, aun así había volteado inmediatamente ante la voz de Minho “¡Hyung!” le saludó, su rostro iluminándose de tal forma que Minho casi se había derretido al momento. Maldición, pensó, sus pensamientos se tornaban tan cursis cuando se trataban de Jisung – Es un molesto pero aparentemente necesario efecto secundario de tener sentimientos.


“¿Podemos hablar?” Preguntó, cerrando cuidadosamente la puerta de la habitación. Jisung lucía momentáneamente confundido, pero había vuelto a sonreír segundos después, asintiendo y sentándose en la cama de Hyunjin.


Minho rápidamente había cruzado el cuarto para sentarse a un lado de él. Pensaba en como comenzar la conversación – ¿Recuerdas esa vez en el aeropuerto hace unos días? Sonaba estúpido en su cabeza, así que terminó riendo nerviosamente en lugar de comenzar hablar.


Volteó a ver a Jisung, guardando silencio mientras pensaba en las palabras correctas. Estaba tan acostumbrado a decir en voz alta lo que se le venía a la mente – se preguntó como es que algunas personas manejaban tener tantos pensamientos al mismo tiempo. Pero mientras el menor continuaba observándolo, sus ojos grandes con expectativa, Minho se había dado cuenta de que no tenía que lidiar con pensar demasiado las cosas si no quería; así no funciona él después de todo.


“Han Jisung,” repitió su nombre. “Me gustas.”


Jisung parpadeó, confundido. “Pensé que ya habíamos hablado de esto, ¿hyung?” Sonaba inseguro, a Minho le parecía adorable. “A mi ta-“


“No, quiero decir-“ Le interrumpió Minho, aun que aun así tuvo que tomar una pausa a mitad de su propia oración. “Quiero decir que me gustas, mucho, quiero estar siempre contigo, y besarte.”


“¡Hyung!”


“Solo necesito estar seguro de que entiendes esto,” Continuó Minho, con voz estable, ahora que había empezado a hablar, no podía detenerse, y una sonrisa coqueta se había formado ahora en su rostro. “Solo quería asegurarme de eras capaz de manejar todo esto.”


“Hyung-“ Jisung seguía intentando hablar, como suele hacerlo, pero Minho no lo iba a dejar continuar. No era que tuviera mucho que decir, pero estaba comenzando a disfrutar la creciente frustración en el rostro de Jisung. Era divertido molestar a Jisung, Minho pensó que se merecía esta indulgencia considerando todo el tiempo que había tenido que guardarse sus sentimientos.


“¿Entiendes a lo que me refiero, cierto?” Jisung asintió, sus grandes ojos brillando con entusiasmo.


“Hyung-“ Comenzó de nuevo, quejándose infantilmente.


“Bésame si lo haces.” Lo había dicho con confianza, pertinentemente. Jisung, por otro lado lucía sorprendido observándolo con enormes ojos.


“Qué, yo-“ Su expresión era una muestra de frustración, timidez e incertidumbre. Había tomado un pequeño respiro, Minho observaba fácilmente cada cambio en su expresión – Desde la forma en que pasaba saliva nerviosamente, hasta la determinación audaz que se había formado en sus ojos, justo antes de cerrarlos y acercarse a su rostro titubeantemente, lo cual dejaba claro que no tenía la menor idea de lo que estaba haciendo.


“Jisung.” Minho había dicho su nombre con diversión controlada; colocó su mano en el hombro de Jisung, para sacudirlo gentilmente, esperando a que el otro comenzara a abrir los ojos de nuevo antes de tomar las riendas e inclinarse el mismo para tomar la iniciativa, sus labios alcanzando los de Jisung antes de que el otro pudiera hacer o decir algo más.


Los labios de Jisung estaban resecos, Minho estaba a punto de bromear con el comentario de que el otro debería de usar bálsamo de labios más seguido, cuando Jisung ajustó su cabeza, moviéndola de lado para mejorar el ángulo del beso, y todo pensamiento externo salió por volando por la ventana, porque después de todo, con los labios resecos o no, besar a Jisung había resultado mucho mejor de lo que había imaginado nunca.


Al separarse, Minho había dejado flotando sus labios sobre los de Jisung, rozándolos ligeramente. Para después separarse lentamente por completo, abriendo los ojos para observar la reacción de Jisung.


“Así,” Dijo, sonriendo ampliamente y apoyando su frente en la del otro. “Me gustas mucho.”


“A mi también hyung,” Respondió Jisung, una sonrisa alegre decorando sus labios. “A mi también.”


Fin.

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